lunes, 28 de abril de 2008

Barcos sin honra



JOSE MANUEL ARECES

Este clan de Zapatero tiene una suerte que ni Curro Romero mire usted. En un fin de semana nos adelgazan las arcas estatales a golpe de pagar la jornada laboral a un Potosí a una banda de piratas, un Ministro nos mete en una crisis con el aceite de girasol y lleva a la ruina al sector y acojona al respetable todo en un día, y al siguiente dice que todo está genial, que si te he visto no me acuerdo. Y aquí no pasa nada, los medios afines miran para otro lado y silban.

Lo del girasol me ha recordado mucho a la gran maniobra de Forum filatélico y Afinsa, de los cuales solo sabemos que dejaron a cientos de miles de ahorradores sin blanca y ahora el gobierno no quiere saber nada del asunto.

Aquella fue una maniobra orquestada para tapar las duras protestas por el 11M, no se si esta crisis del girasol será para que no hablemos de los piratas y del pastón que se fue en mandar una fragata y cuatro aviones de esa ONG conocida como fuerzas armadas y pagar el chantaje de los bucaneros somalíes, que digo yo que para terminar acoquinando mejor dejaban los aviones y el barco en donde estaban.

Aún recuerdo las palbras del ilustre marino, Méndez Núñez cuando decía aquello de que –España prefiere honra sin barcos, que barcos sin honra-, pues nada la España de Zapatero prefiere piratas ricos antes que España con honra, o Chikilicuatre en eurovisión, antes que cantante como Dios manda dejando el pabellón bien alto.

Tienen que venir nuestros marinos con la cabeza bien alta, si señor, lo mismo que nuestros verdaderos artistas, estamos todos contentos, pero es lo que han elegido los doctos electores en las urnas y, por tanto, hay que tragar.

Parece mentira que esta comunidad de nacionalidades y sensibilidades antes llamada España, con la tradición que tenían su armada y tercios de mar en la persecución de piratas, bucaneros, corsarios, morisma, filibsuteros, corso y turcomanos, deba andar ahora con el rabo entre las piernas por entre la comunidad de naciones ribereñas, agachando la cabeza porque una banda de punkies en un patera nos mojó la oreja. A ver quien es el guapo de almirante que va a las próximas maniobras de la OTAN, menudo cachondeo le espera. -Que miré usté almirante Martínez, que mejor se me lleva sus naves a la retaguardia de la flota, porque lo mismo hay que disparar unos misiles de nada, y su tropa se me inquieta e incluso desasosiega con el ruido, nadaaaa, al finalizar las maniobras vuelva usted con su buque insignia y le damos su diploma, andeee-.

No sé para qué gastamos tanto en armar y entrenar la flota, mejor se lo dábamos todo a los de Greenpeace que el menos meten más guerra en la mar océana y le echan más narices a la cosa de marear. Zapatero y la menistra de la cosa con camuflajes bien pueden estar orgullosos de la labor, porque están logrando todo lo que pretendían: una oposición pusilánime y desarbolada, una fuerzas armadas de la Señorita Pepis, y una nación que antes que en la honra piensa más en como meterle el dedo en el ojo al de la provincia vecina, por un quítame allá estas pajas, o me mangaste unos litritos de agua en dulce de más. ¡El orgullo de Europa vecina!.

martes, 15 de abril de 2008

Paren este tren que me bajo


JOSE MANUEL ARECES

Me bajo, me bajo del tren del Partido Popular, de mi partido, al que he dedicado horas, días, semanas, años, mucho dinero y lo peor: demasiado corazón y una gran parte de mi juventud.

Me bajo, me apeo, cuelgo el sombrero estoy cansado, tiro la toalla. Tras veinte años la desilusión prende en mi, estoy ahíto, no quiero más. No aguanto salir a la calle y ver a mis compañeros de IDEOLOGÍA y MILITANCIA desconsolados, a la intemperie, huérfanos de líderes a los que seguir y apoyar. Sin ilusión por el futuro. Estoy cansado de pusilánimes, de estrellas fugaces, de flores de un día, de promesas incumplidas, de sonrisas falsas, de palmadas en mi cansada chepa. No quiero más renovadores de la nada, ni más sorayas, ni feijóes, ni camps, ¡ya esta bien!. Vosotros no sois funcionarios, mi voto vale un Potosí, mi trabajo un respeto, y nuestras ideas una genuflexión diaria como mínimo.

Os creéis "El partido" cuando pensáis que nada nos debéis, que no contamos, que seguiremos ahí, pase lo que pase, como los fans de Curro Romero, o la hinchada del Alcoyano. Pues por mi parte digo ¡no!, ¡basta ya!, se acabó.

A esta hinchada hay que ganársela, se le debe un respeto porque somos la mejor militancia de España. Nos han llamado asesinos, y llevamos la cabeza bien alta, nos han matado en muchas calles del país vasco, aguantamos el desprecio de los niños prógres producto de la LOGSE, los salivazos, las pinturas y las pitadas de los cachorros separatistas. Somos los que reponemos los carteles arrancados por los totalitarios, los que llevan amigos en sus coches a mítines recónditos, para dar calor al candidato, los que dejan a la novia para salir a repartir papeletas, los que ha teñido de rojo y gualda las calles de Madrid, y las plazas de toda España durante cuatro años.

Somos el grito de una nación que no quiere separarse, el sostén de una libertad ansiada, sostenemos la dignidad de nuestra iglesia, y encendemos las velas en las noches aciagas y frías, defendiendo causas en las que vosotros nunca creísteis desde los cómodos escaños que os proporcionamos. Nosotros somos el Partido Popular, somos España. Ni con todos los euros que os repartís, en nominas y banquetes de auto-bombo, sostendríais una falange poderosa como la que representamos. Rendid derechos y poderes que no os pertenecen, pues sin nosotros no sois nada. ¿Cómo osáis dejar en la cuneta a los mejores?, a los Rato, Aguirre, Mayor Oreja, Vidal Cuadras, ¿a que tanta petulancia?. En vuestro elogio permanente a la mediocridad dais paso a los que son tanto o peores que vosotros, ¿no sabéis pues: que quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija? . Mala sombra nos dais, peores resultados cosecháis y encima tenéis la insolencia de culpar al de la última fila de vuestro fracaso.

Nosotros somos los que pedimos un debate ideológico porque creemos en nuestras ideas y vemos que vosotros no las tenéis. Creemos cuando vosotros dudáis. Llevamos con orgullo nuestra bandera porque representa a diez millones. No estamos dispuestos a regatear nuestras creencias, por dos votos, de aquellos que no son como nosotros, porque no cedemos, preferimos convencer, debatir, pelear por aquello en lo que firmemente creemos.

Definitivamente y mientras continuéis en vuestras baronías, holgando a costa de

nuestro sudor y de nuestras creencias, yo me bajo de este tren.

martes, 8 de abril de 2008

Se busca proyecto emocionante para el centro-derecha


JOSE MANUEL ARECES

Los días pasados desde la derrota electoral del PP, pues no podemos llmarla de otra manera, han sido testigos de un torbellino de movimientos a favor y en contra de Mariano Rajoy.

El barullo ha ido in crescendo precisamente desde el preciso momento en que el actual presidente del partido se ha postulado a renovar el cargo en el próximo congreso nacional y ha ido desgranando su lista de cambios internos, como el nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría. La nueva portavoz del grupo parlamentario ya ha salido a la palestra a darnos su receta: El PP es un partido de centro reformista y además ha de parecerlo, o sea, mensaje basado en imagen vacua pura y dura.

Tenemos por tanto a un Rajoy que no hace autocrítica y se reafirma en su mensaje de la normalidad al poder, a una Soraya que con un par de toques de rimel al mensaje piensa que todo esta bien ( ya demás se cree que va a convencer), en definitiva, la muestra clara y evidente que, o en la cúpula del partido los asesores no se enteran de lo que está pasando en la calle, o es que realmente se creen que el partido puede seguir así, aislado de las mejor militancia de España y de el clamor popular por una renovación de personas e ideas.

Yo me pregunto, ¿Qué es el centro?, porque partiendo de la base que las ideologías están tan muertas que apenas hay diferencia entre los actuales mensajes de PP y PSOE, pues ambos hablan de recetas y poco de grandes ideas, de su visión del futuro, ¿que es entonces el centro?. A los pueblos les mueven dos cosas, las ideas y los garbanzos.

Vivimos una época en la que el pasotismo político de los ciudadanos se justifica por la relativa riqueza económica y la ausencia de retos, de grandes proyectos que los estimulen, nos estamos convirtiendo en ciudadanos anodinos, sin ilusión, sin ambiciones y eso se debe a que no hay hambre, y me refiero no solo al hambre real, sino también al hambre por conquistar, por crecer, por pertenecer al algo más grande que nuestro ser individual, faltan grandes retos y metas colectivos. Un político al uso me diría que soy un iluminado, eso es porque no cree en nada, porque no piensa cada día al levantarse que esta haciendo algo por mejorar el mundo, porque no tiene fe, ya no cree en nada, pues bien, yo no necesito a ese político.

Frente a todo esto tenemos a una Esperanza Aguirre cantando las verdades del barquero, y diciendo claramente que para ganar las elecciones hay que ilusionar al personal, hay que ir de frente sin complejos y sobre todo se debe entrar al debate ideológico (no se si lo dirá de corazón o no, pero a mi eso me ilusiona).

Personalmente considero que el problema de muchos dirigentes del PP es que lo mismo valdrían para estar en el PSOE o en IU, pues precisamente su carencia es ideológica, solo son políticos profesionales que igual valen para un roto o un descosido, pero que no sienten los colores, que no creen en su gente, y lo que es peor que no están ilusionados más que por el cargo y sueldo que acompañan. Quieren hacerse los sordos pero ahí fuera hay 700.000 militantes hartos y cansados de supuestos líderes que compaginan la soldada de senador, concejal y hasta diputado provincial a un tiempo, y mire usted, ni tienen tanta capacidad de trabajo ni debe ser así, pues hay mucha gente valida a la que dar cabida. Y este es el problema que en el partido no cuenta la tropa, solo los mandos y estos se han profesionalizado y no dejan que nadie levante cabeza, porque no se trata de una cuestión ideológica sino laboral puramente.

Por tanto se hace necesaria una renovación, hacen falta líderes que ilusionen, que no tengan problemas en entrar al debate ideológico, que no sientan miedo en ser refrendados en unas primarias y que por supuesto no tengan arrobo en reconocer sus defectos y errores.

La vieja táctica para meter en vereda a la militancia de cerrar filas ante el enemigo está muy bien, pero solo tiene sentido cuando se esta dispuesto a perder lo mismo que la tropa, cuando se cree realmente en los principios comunes y por cuatro votos no se renuncia a ellos.

Hace bien poco una compañera de partido, ex diputada, a la que aprecio mucho en lo personal y por su valentía, me dejó helado cuando me dijo algo así como que no tengo ni idea de política por expresar libremente mis creencias o por apoyar libremente a un candidata X, en ese momento por amistad preferí callar ante su miedo a la cúpula (ha pasado tanto tiempo en ella que no recuerda lo que es la gente normal), no es culpa suya, pero precisamente lo que no entiende es que yo apuesto por una nueva política, una política en la que el medro no sea lo más importante, en la que no haya de dejar de expresar mis ideas por no molestar al jefazo de turno o a un votante que jamás me apoyará.

Aspiro a un partido donde todo el mundo tenga cabida y su opinión sea respetada y escuchada, donde los juegos de poder internos no sean el pan nuestro de cada día y donde por encima de todo la ideología sea un bien intocable frente a los supuestos beneficios de la imagen vacua. Y además me lo creo. Por ello soy muy consciente de lo que digo, yo también he leído a Sun Tzu, y a Maquiavelo, pero el cáncer que vivimos se debe precisamente a la falta de ilusión y honestidad. Estoy convencido que un líder honesto, que diga la verdad recogerá más votos que un mentiroso, y eso también es imagen, pero con contenido humano que es precisamente lo que más nos falta.

La ilusión no consiste en engañar, sino en fijar grandes objetivos que emocionen, que unan, que nos hagan sentirnos participes de un destino común y ese, el idioma de las emociones, es el único que mueve montañas y pueblos. Por favor no me llamen iluso, solo es que estoy ilusionado en mi creencia de que las cosas pueden mejorar.

domingo, 6 de abril de 2008

La soberanía de Ceuta y Melilla en peligro


JOSE MANUEL ARECES

Según apuntan todas las informaciones el gobierno zapatero tiene un plan secreto de acuerdo con Marruecos para renunciar de manera escalada a la soberanía española sobre Ceuta y Melilla.

Pocos días después de que fuentes del palacio real marroquí informaran que el gobierno Zapatero se encuentra dispuesto a abrir negociaciones sobre el futuro de Ceuta y melilla una vez ganase la elecciones saltó la noticia; unos 2.000 militares podrían verse afectados por un traslado forzoso a la Península, que también arrastraría a sus familiares, de modo que en un plazo de tres años podrían abandonar la ciudad unas 7.000 personas, lo que representa una pérdida de un 10 por ciento de la población melillense.

Un día después de que el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, confirmara desde Madrid que los rumores sobre una posible reducción de los efectivos militares será una realidad, su Consejo de Gobierno se reunió de forma urgente y extraordinaria para tomar medidas encaminadas para "paralizar" los planes del Ministerio de Defensa. Una de ellas será expresar su rechazo al Plan de Transición del Ejército en sendas cartas remitidas al Rey y a Rodríguez Zapatero. El Consejo de Gobierno se ha reunido de forma urgente y extraordinaria para analizar la situación que puede derivar de la posible reducción de la plantilla militar en un 50 por ciento, y las medidas a tomar para "paralizar" el Plan de Transición del Ejército en la ciudad. Así lo ha anunciado el presidente accidental de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín, quien también avanzó que el Gobierno de Melilla se reunirá con el de Ceuta la para determinar un plan de acción conjunta. El presidente Marín también lamentó que estos rumores, que llevan circulando desde hace casi un año por la ciudad, se hayan corroborado con la llegada de las cartas de disponibilidad a numerosos mandos militares tras la celebración de las elecciones generales del pasado 9 de marzo.

La noticia ha corrido como un virus y ayer el diputado ceutí Francisco Antonio González aseguraba que el gobierno proyecta sacar también 300 militares de Ceuta.

Todos estos hechos resultan algo más que una coincidencia con la noticia que el pasado 30 de marzo lanzaba el digital de Luís María Ansón, según la cual en Marruecos se baraja una fórmula de cosoberanía o gobierno compartido para tratar de que la opinión pública española asimile la cesión de las ciudades, posibilidad que siempre ha sido rechazada con indignación.

La "hoja de ruta" preparada por Rabat exige, entre otros requerimientos, que la bandera alauí ondee junto a la española en Ceuta y Melilla. Desde 1982, el PSOE incluye negociar en su programa electoral el status de las dos ciudades. Recordemos que la dura respuesta de Marruecos a la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, con la llamada a consultas de su embajador, demuestra, a juicio de fuentes diplomáticas españolas con experiencia en los entresijos de las relaciones entre Madrid y Rabat, que "el colchón de intereses económicos y diplomáticos creados por España no ha servido para congelar las reivindicaciones de la monarquía alauí sobre ambas ciudades de soberanía española". La idea de resucitar la "célula de reflexión" propuesta por Hassan II en la década de los 90 y bien vista por el entonces Presidente Felipe González, ya está en marcha. Se trata de un plan que se ha venido gestando desde que el PSOE ganó las elecciones en marzo de 2004 y Rodríguez Zapatero llegó a La Moncloa.

Uno de los primeros pasos en esta dirección lo dio el presidente del Gobierno cuando, aun Secretario general del PSOE, nombró a dos diplomáticos para reforzar al entonces responsable de Relaciones Exteriores del Partido Socialista, Manuel Marín. Moratinos y Cajal detrás del plan La designación para esta misión de Miguel Angel Moratinos y de Máximo Cajal, fue acogida con evidente satisfacción por Rabat. No sólo porque se hizo en plena crisis hispano-marroquí por la decidida intervención del presidente Aznar en Perejil, sino porque ambos diplomáticos eran considerados en el Palacio Real alauí como "excelentes amigos" de Marruecos. El primero desde los años en los que estuvo destinado en la representación diplomática española en Rabat, y el segundo cuando publicó su libro "Ceuta, Melilla, Olivenza y Gibraltar, ¿dónde acaba España?" (editorial Siglo XXI, 2003), en el que se mostraba partidario de las tesis marroquíes. El entorno de Mohamed VI entendió que el mensaje de Zapatero era claro: "cuando llegue el momento, hablaremos de Ceuta y Melilla". Y Rabat tomo buena nota de las palabras de Cajal cuando escribía: "hay que remediar una situación que me parece básicamente injusta. Una situación colonial que es una afrenta a Marruecos y un elemento de desasosiego y mala conciencia nacional para España, que se agita en cuanto se menciona el tema. Hay que reintegrar la integridad territorial a Marruecos". La "solución" que proponía el embajador Cajal era, ni mas ni menos, que devolver las dos ciudades a "su dueño legítimo, que es el Reino de Marruecos" en un plazo de 20 años. La astucia de Marruecos para arrinconar a Rodríguez Zapatero y ponerle ante la obligatoria disyuntiva de relanzar la "célula de reflexión", ha sido la de recordar, en todos los foros que ha podido, así como en los medios de prensa especializados y en trabajos académicos, que las voces que en España han pedido que se negocie la restitución de las dos ciudades, vienen desde el momento mismo de la Transición política, e incluso antes.

Todas estas cuestiones concuerdan con el plan de expansión naval y militar marroquí que se inicia desde el fracaso de Perejil, así a lo largo de 2007 la Marina Real firmó un acuerdo con los astilleros franceses DCNS para la adquisición de una fragata polivalente de la Clase Fremm, adquirió nuevo material de detección y mejoró las capacidades operativas de sus patrulleras. Cuatro años después, Mohamed VI, en su calidad de Comandante en Jefe de las FAR, puso la primera piedra de una gran base naval en el puerto de Alcazar Seguir, a 40 kilómetros de Ceuta, en plena salida del Estrecho de Gibraltar y frente a la base naval de Rota (Cádiz). La decisión de Mohamed VI rompe el "statu quo" que Marruecos ha venido practicando desde su Independencia en los años 50 del siglo pasado. Mohamed V durante su corto reinado y su hijo Hassan II durante los cuatro decenios en que se mantuvo en el trono alauí, nunca adoptaron la decisión de construir una base naval en el Estrecho. Existía un acuerdo tácito entre Marruecos, Estados Unidos, Gran Bretaña y España, para respetar el equilibrio ya existente en la estratégica zona del Estrecho, por la que durante la Guerra Fría transitó parte de la flota nuclear soviética en busca de las aguas atlánticas.

Nada es casualidad y tampoco son ajenos a esto los Estados Unidos, para nadie es desconocida la ausencia de sintonía entre el gobierno de Zapatero y la administración Bush, muestra de ello es el desprecio con que fue tratado el presidente español en la última cumbre de la OTAN. Marruecos evidentemente aprovecha esta mala relación diplomática y América concede sus favores por ello. Así Estados Unidos ha elegido la costa atlántica de Marruecos para instalar el nuevo Mando de África (Africom), que tendrá como objetivo controlar militarmente este continente. Con el visto bueno del rey Mohamed VI, el Pentágono construye una enorme base militar de mil hectáreas de extensión en la localidad costera de Tan Tan, cerca del territorio de la antigua colonia española del Sahara Occidental y frente al archipiélago canario.

Así la conspiración está servida, a nadie se le escapan las excelentes relaciones del PSOE con Marruecos, muchos son los negocios personales, las dadivas recibidas e incluso aportaciones al partido por parte del magzen marroquí. La sintonía es total, los favoritismos socialistas a la comunidad musulmana se hicieron evidentes en estas últimas elecciones generales. Ahora solo queda saber la respuesta de un adormecido pueblo español, que ni siente ni padece. Una vez más Zapatero se salta a la torera su programa electoral y la voluntad popular, y como ya hizo en la negociación con ETA actúa a espaldas de la nación.