viernes, 16 de octubre de 2009

Acude en favor a la vida

jueves, 15 de octubre de 2009

Adalides de la Paz



JOSE MANUEL ARECES.-
Si a ustedes les contase, que a un muchacho, recién licenciado de la carrera, y que apenas lleva ocho meses en su primer puesto de trabajo, le ha concedido el gobierno la medalla al merito del trabajo, ¿se sorprenderían?. Tal es la sensación que he percibido, lo digo con sumo escándalo y estupor, al desayunarme con la noticia que informa de la concesión del premio Nobel de la paz a Barak Obama. Sinceramente no se a cuánto está el kilo de premio Nobel este año, pero comienzo a pensar que su concesión es tan política e interesada como los premios Príncipe de Asturias.

Me cuesta creer, que a un tipo que lleva, apenas ocho meses en el cargo de Presidente de los Estados Unidos de América, se le conceda un galardón que para la mayoría de los beneficiarios ha supuesto una larga carrera de esfuerzos en pro de la humanidad. Insisto el kilo de mérito está muy barato. Creo muy sinceramente que hay numerosas personas en este mundo que se han batido el cobre, la hacienda, y aún la vida, por la paz, frente a un señor que pueda resultar muy popular, pero que lo único que ha hecho en el cargo es expresar hermosas palabras y felices deseos. No sé si a Obama se le concede el galardón por ser el primer presidente negro (o afroamericano, como ustedes gusten). Puede que este sea el famoso acontecimiento planetario al que se refería esa virtuosa lectora de posos de café y arcanos del tarot político que es Leire Pajín. Tal vez veamos atónitos cómo se concede el máximo galardón de los premios Príncipe de Asturias a Zapatero patatero, por su encomiable iniciativa de fundar la Alianza de Civilizaciones. Visto lo de Obama, considero que cualquier cosa es posible.

En esta época de triunfo del buenismo, del relativismo y de la filosofía de la estética, solo están de moda los adalides de la paz, los poetas de feria y aquellos que niegan la cruda realidad de un mundo en guerra permanente. Parece que frente a la tensión de civilizaciones, culturas, continentes y aún filosofías vitales, desde occidente se premia imponer las palabras frente a las balas, la verborrea frente a los misiles, la pose y los gestos frente a las amenazas a la libertad. Sin embargo, lo hechos, la historia y las malas intenciones son todos muy tozudos. Nos encontramos en un mundo envuelto en las mismas tensiones que desde que tenemos conocimiento histórico, marcan el pulso vital de numerosos dirigentes. Los países pobres se pueblan de mandatarios y tiranos ávidos de poder, riqueza y sangre, y que, con el fin de engañar a sus hambrientos pueblos, lanzan venablos amenazantes a occidente. Mientras los adalides de la paz, claman en tribunas, los que se creen más fuertes y mejores, afilan sus sables, y se preparan para lanzarse sobre los que muestran el flanco más débil de la democracia. La paz es una hermosa palabra, como lo es el concepto de libertad, pero ambos, para ganarlos y disfrutarlos precisan de actitudes firmes, esfuerzo, y guardianes en las murallas. Si vis pacem para bellum, decían los clásicos, si quieres paz, prepárate para la guerra. No hay otra manera de forjar la libertad, y mientras los Zapateros y Obamas de turno, nos debilitan, niegan la realidad y triunfan en juegos florales, el escudo de la democracia se debilita con la herrumbre de las buenas intenciones.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Marejada popular



JOSE MANUEL ARECES.-
Ayer se levantó el sumario del caso Gürtel y si quieren que les diga la verdad, me alegra, porque estos meses han sido horribles para cualquier afiliado que sienta los colores del PP. Al respecto ya me he afirmado en muchas ocasiones, el que tenga que pagar que pague, nadie está libre de pechar con sus responsabilidades. En este caso hay muchas cuestiones vergonzosas, de una parte todo lo que conlleva la propia trama de regalitos Etc, para obtener contratos, aunque el que se mueva en el mundo de los negocios bien sabe que esto es práctica habitual con los políticos y altos funcionarios, España es el país del regalito, de la cesta de navidad y del reloj de pulsera. Según sea el negocio así es el regalito.

Tonto es, desde luego, el cargo público que acepte dádivas por contratar servicios o adquirir bienes en el desempeño de su cargo. Estos casos existen y los venimos conociendo de toda la vida y no se libra ningún partido. Con los fondos públicos se pagan también muchos viajes, comidas, cenas, hermanamientos, bodas y bautizos que no son estrictamente necesarios para el buen gobierno.

Desde luego otro punto de escándalo es la famosa financiación de los partidos políticos. Que el remanente de una contrataciones realizadas con fondos de erario, terminen como donativos para financiar las maquinarias de los partidos, es lo que conocemos como impuesto revolucionario. Los partidos son maquinas que gastan en demasía, conscientes de que propaganda, ferias y saraos sirven para mantener el calor de afiliados, alagar a electores y consagrar líderes. ¿Saben ustedes cuánto cuesta uno de esos actos que organizan PP o PSOE fuera de campaña para exaltar al líder?, ¿saben ustedes cuánto cuesta organizar un congreso?. No les voy a hablar del enorme dispendio de fondos públicos que representa una campaña electoral, con ese dinero podrían mantenerse muchas familias de este país. Lo cual me lleva a otra reflexión, si los políticos profesionales, es decir, los que dedican su vida a vivir de la política son derrochadores en su casa, ¿Cómo no lo serán en el gobierno?.

Conociendo la materia del mundo de la comunicación y la propaganda política les puedo asegurar que la mayor parte de los fondos destinados a propaganda (hoy la llamamos comunicación) son tirados a la basura, son fuegos de artificio. Los partidos mayoritarios, son bien conocidos por el público, también lo son su líderes, y puedo asegurarles que con la presencia en medios de comunicación durante cuatro años y sus consiguientes campañas, así como el uso de internet y la realización de mítines en espacios públicos sin coste, son más que suficientes para hacer llegar las propuestas de los partidos al votante, el resto como he dicho son fuegos de artificio. Pero desgraciadamente el dinero de los partidos no solo cae en propaganda, hay también mucho gasto en mantener funcionarios, coches oficiales, tarjetas visa oro o platino y muchas comilonas.

Es tiempo para que los responsables de los partidos reflexionen sobre el exagerado gasto que conlleva una maquinaria semejante, porque además donde se mueve tanto dinero siempre alguien tiene la tentación de beneficiarse ilícitamente de ello. Finalmente una crítica al Partido Popular en cuanto a la gestión de esta crisis: los problemas no pueden dejarse en el cajón, no vale con irse por los cerros de Úbeda y mirar para otro lado, lo recuerdo permanentemente a los responsables de comunicación, el electorado es culto e inteligente, muy responsable y por tanto se merecen el respeto de hablarles a la cara y explicarles las cosas tal y como son, entonar el mea culpa es muy rentable políticamente, mucho más que la técnica del avestruz, tomar medidas cautelares es algo muy beneficiosa, ya desde los tiempos de Julio Cesar, ya saben ustedes lo de la mujer del Cesar.

El PSOE, la fiscalía y los jueces ovejunos han manipulado completamente el uso de esta crisis en su favor utilizando los medios del estado, y el PP no ha respondido con la contundencia que exige la más mínima sospecha. Nadie está libre de culpa, el trasfondo es el sistema de partidos políticos que tenemos, este país no puede permitirse unos partidos tan caros. Así están las cosas, y desde luego no podemos permitirnos pagar con nuestros impuestos los sobrecostes de dicha actividad, ni directa, ni indirectamente. Los partidos deben nutrirse de las cuotas de los afiliados, y donativos que tengan un reflejo público, y por supuesto nada de ingresos de beneficios empresariales bajo cuerda en fundaciones, como tanto le gusta al PSOE.

Hay que sanear y mucho, ya de paso si se exigen por ley las listas abiertas, mejor que mejor, estaremos haciéndole un buen servicio a la democracia. Esta crisis es una nueva oportunidad `para regenerarse y hacer las cosas bien, o echar tierra sobre el asunto y quedarnos a la espera de que la burbuja vuelva a estallar por otra parte.

Medidas anticrisis



JOSE MANUEL ARECES.-
Seamos mejores para vivir mejor, es una consigna que llevo lanzando desde éstas páginas desde hace tiempo, a la vista, no ya de lo que se nos avecina, sino de lo que tenemos encima. La crisis se hace presente en nuestras vidas en cada esquina. No voy a enumerar sus efectos, pero sí quiero centrarme en los que se producen a causa de las medidas suicidas tomadas por el gobierno.

Zapatero piensa, como han hecho tantos gobernantes hoy bajo tierra, que la suerte puede tentarse una y otra vez, pero a todos nos llega un momento en que el esfuerzo, el trabajo y el tesón han de suplir la ausencia de dicha suerte. Pero Zapatero no es de los que trabajan, nunca lo ha hecho en su vida, y no sabría por dónde empezar, es así de triste. Este Presidente que, por el azar o el voto equivocado de millones de españoles, nos ha tocado espera no ya que se le aparezca la Virgen del Camino, sino que además todo quisque le saque del agujero en el que él nos ha metido, otra cosa no sé, pero cara dura no le falta.

Zapatero espera que los españoles continuemos consumiendo al mismo ritmo y que asumamos la excesiva carga impositiva con que nos ha sobrecargado, como si nada, tal cual nuestros ingresos fueran los mismos, Zapatero espera que las empresas sigan contratando al mismo ritmo que en tiempos de bonanza a pesar de la subida del IVA, los impuestos a carburantes, Etc. Zapatero en fin confía en el borreguil y manso espíritu del pueblo español para que nos sobrepongamos y además proporcionemos más fondos para dilapidar en superfluas y excesivas medidas electoralistas. Zapatero confía en su Baraka y espera que todo esto no le traiga ningún coste. En mis años de vida he visto muchas cosas, y sé que prácticamente todo es posible en este mundo, con lo que a lo mejor no anda tan desencaminado el presidente al apostarlo todo a la espera de que el temporal amaine para aparecer luego como el salvador.