domingo, 9 de noviembre de 2008

Obama vs Zapatero


JOSE MANUEL ARECES
Comentaba días atrás, con mi amigo Miguel, esto de la euforia de los del bunker de la progresía con la victoria de Obama. Y es que andan todos que no caben en su gozo, y vendiendo sin rubor, a los cuatro vientos, que vamos, como que si hubiera ganado las elecciones el propio PSOE. Tecnicamente el objetivo de marketing de los de Zapatero pretende difundir entre el electorado la falsa imagen y el mensaje, que Zapatero y Obama son sosías ideológicos: jóvenes, idealistas, cool, renovadores y progres al límite. Es una operación de imagen, pero en este país de votantes a marca, que todo lo tragan, y no hacen esfuerzo por analizar propuestas, puede tener éxito.

La verdad es que resulta muy triste el aldeanismo de nuestros políticos, pero más triste, si cabe, la incultura de nuestros compatriotas. Entiendo perfectamente que José Luís y sus amigos necesiten vender la especie de la victoria en USA, por aquello de todas las meteduras de pata previas, del de León, en toditas las elecciones que se han celebrado en el extranjero hasta hace unos días, porque es que era apostar el pobre por alguien y le salía rana, no olvidemos los casos de Francia o Alemania. En fin, que esto de Obama, es como quitarse una chinita de las posaderas. Hay que reconocer que había mucha coña con Zapatero y su Baraka, especialmente a la hora de predecir los resultados en países, donde la gente, está como un poquito más informada que en este patio de monipodio en el que vivimos.

La victoria de Obama, por tanto, ha supuesto un momento mágico que tratan de trasladar los de la Secta como algo propio, todo ello en el ridículo intento, de convencer al pueblo español que el partido demócrata va a estar con el PSOE a partir dos piñones y un almendruco. La verdad es que ambos partidos tienen muy poco en común, para empezar, la idea de libertad: cosa que en el caso de Zapatero es algo a medio camino entre Venezuela y Cuba, mientras que los del norte de América como que tienen otros gustos menos exóticos. No olvidemos que fue un demócrata, John Fitzgerald Kénnedy, quien impuso el embargo a Cuba. Otro demócrata, Lyndon B. Johnson, entró en Vietnam con todos los recursos de la maquinaria de guerra yanqui. Demócratas fueron los estados esclavistas del Sur, mientras que curiosamente el que abolió la esclavitud, Lincoln era republicano. Son muchos los ejemplos.

En fin, que las diferencias ideológicas entre el socialismo depredador y bananero que gastan estos progres demodés son profundas respecto a los demócratas made in USA. Los primeros se quedaron en el siglo XIX, la guerra civil o los organillos de Stalin, mientras que los demócratas norteamericanos, aparte de ser bastante diversos en su ideología, no creo que jamás apoyen a los amigos de Zapaterin en América latina, entre otras cosas porque son, no solo ya, un atentado en sí mismos contra la libertad individual y los derechos civiles, sino en lo económico un regreso a las cavernas y el autarquismo de los soviets.

A los progres españoles, como dice una de sus canciones, -no nos moverán-; no les moverán de la adoración a ese genocida que fue el Ché Guevara, las canciones de Victor Manuel (ese rojo de visa oro), los planes quinquenales, la justificación del muro de Berlín, de Atahualpa Yupanqui y Rigoberta Menchu, lo de OTAN no, la memorieta histórica, el ¡¡viva el aborto!!, y la adoración ignorante y típica del romanticismo del XIX a todo lo que sea musulmán. Ese es el papel que pretende vender un analfabeto funcional como Zapatero en la cumbre del G20 en Washington, ahora que tras tanto rogar y patalear, Sarkozy le ha cedido, con bastante condescendencia, todo sea dicho, un sillón.

Entretanto como digo, los de El País, La Secta, la Primera, la Cuatro y demás cadenas públicas de los reinos de taifas nacional-socialistas propagan a las masas inanes el mensaje oficial, que el primo hermano del PSOE ha ganado en Estados Unidos, y que por tanto , y desde este momento, ya no estamos en guerra con el satán yanqui, y si hace falta ir a perder más soldados a Afganistán, pues que vamos como corderos, y a ciegas, mire usté. Bienvenido Mr. Marshall Obama. Lo peor es que bien conocen los socialistas a este pueblo nuestro, o al menos a la mayor parte de las grandes masas bobaliconas, y probablemente acierten una vez más, aquí nos tragamos hasta un vaso de aguarrás, si así nos lo manda la progresía imperante, porque son tela de convincentes. Al fin y al cabo los buenos de toda la vida son estos prendas, y los demás, o sea la otra media España, habremos de seguir aguantando el chaparrón mediático, soportando la indefensión de ver un Partido Popular entregado, y sometido al gobierno, y esperando tiempos y líderes mejores.

Una mentira repetida cien veces termina siendo creída, por muy tozudos que resulten los hechos, y si alguien es experto en lanzar la trola el primero, ese es el aparato de Ferraz. Blanco como Pepiño, y en botella.

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