lunes, 14 de julio de 2008

Escenas de salón



Democracia significa gobierno por los que no tienen educación, y aristocracia significa gobierno por los mal educados.

Gilbert Keith Chesterton


Tal y como anunciábamos en estas mísmas páginas Monsieur le president ha llamádo a le petit Marianné para escenificar una belle escena monclovita, de paz colaboración, sosiego y calma chicha pre-vacacional. La belleza del estío amenaza como todos los años, con sierpes veraniegas, atascos a esgaya, mucha caló, tinto de verano, paseos monarquicos en yate por las calas mallorquinas y reposiciones televisivas. Este año no puede ser menos, la crisis cuestión no se ya si de opiniones o bolsillos, amenaza con aguar la fiesta a millones de españoles, y el gobierno de los hombres no puede permitir semejante desgracia. Para ello ni corto ni perezoso el aparato monclovita pretende regalarnos con todas suerte de imágenes idilicas estivales, a fin de convencer al pobre desgraciado que suda la gota gorda, que lo que ve en pantalla es realidad, y su realidad ficción producto de su muy individual caso. Así si es preciso se tirará del No-Do para regalarnos con el divertimento añejo de miles de ciudadanos felices, en playas, motos acuáticas, chaletes y mariscadas verbeneras sin fin.

Antes del anuncio oficial de la siesta nacional, que por merced de los dioses del olimpo monclovita se nos decreta, tendrémos la tan deseada escena del encuentro de los dos grandes timoneles de esta nave bicéfala que es España. La escena será muy gráfica, pues el dialogo apenas si cuenta, no hay mucho que hablar, más o menos será algo así:

Jose Luís- ¿No es cierto barbado Mariano, que en aquesta orilla, la Moncloa más bella brilla?, ¿no es verdad, Angel de la oposición, que en este delicado sillón, ambos de la mano podemos forjar... una dulce coalición?.

Mariano- En verdad José Luis, no se que decir...¡que sofoco!, que no se si son estos calores, pero las mejillas me arden, ¡que rubores!. Que palabras me dices, Presidente gallardo, no se, no se que contestar...(que pico de oro tiene el muy tunante, Ay de mi, que rubor...¡Albricias!)

José Luis- No seas tontorrón, mi barbado, escucha el palpito de mi corazón, mira esta rosa en mi puño, lee el brillo de mis ojos... yo te prometo Mariano, yo te prometo...., un verano pleno de gozo y pasión...un aire relajado y ningún sinsabor, hazme caso tontorrón...dame tu amor, no me hagas oposición

Mariano-Ay de mi José Luis...¿que pensaran mis electores?, ¿que dirá mi tía dolores? (que truán, este me quiere al huerto llevar)...no se..., deja que lo medite, dame un respiro, Ay de mi...(que sofocooo)

José Luis-Querido Mariano, permite que hable por los dos, que tu decoro bien quiero guardar, y con tu inocencia jamás querría yo jugar. Permite adorado barbado que te muestre un bello mundo de paz, amor, amistad, talante y ríos de leche y miel...Escucha como la brisa trae promesas de estabilidad institucional, pactos y acuerdos sin fin. Escucha corazón, el rumor de las hojas, oye el trueno del cielo, no desdeñes la fina lluvia de parabienes que la moderación y el centrismo pueden traer a nuestro amor. ¿No ves como esos querubines del parnaso gay descienden aleteando, y entre sus manos un papiro con nuestro amor portando entre sus delicadas manos?...entrégate, entrégate Marianin a este estío sin fin.

Mariano- Si tu me prometieras José Luis de mi amor, si tu me quisieras dar..., algo que ofrecer a mis más ardorosas huestes, yo te prometería talante, amor verdadero y un parlamento como un lecho tranquilo, pero algo me has de dar para a mis huestes calmar, intenta entender José Luís de mis entretelas, ¡que sofoco!... No puedo entregarme así como así, ¡que dirán José Luís!, ¡que dirán de mi!...

José Luis.- Sea mi amado Mariano, sea así: de esta sala saldremos los dos como amantes airados, ¡proclamemos amores despechados!...y mientras, en este nuestro sofá, demos nuestro amor por sellado.

Mariano- Ay José Luis, Ay de mi, no puedo negarte nada, bravucón, osado, (Ay que pillo)..Sea, salgamos al estrado, y al mundo proclamemos nuestro desagrado, mientras en este rincón apartado muestro amor queda por fin sellado... ¡mi amado, José Luís adorado!, ¡presidente de mis entretelas!...sea, sea

Y colorín colorado, con un beso el pacto de un verano tranquilo así queda forjado.

Tranquilidad a todos los hombres en la tierra, veraneo por decreto tendremos, la crisis aplazada queda por orden ministerial, ¡gozen todos de sus mermados créditos!, que al regreso del solaz estío, ya veremos como afrontar el desafío.

1 comentario:

Imperator dijo...

Muy fina la adaptación de la obra de Zorrilla.

Saludos.