martes, 29 de noviembre de 2005

Regresa la censura


JOSE MANUEL ARECES

La Generalitat de Cataluña, presidida por Pascual Maragall está tramitando un proyecto de ley con objeto de controlar los contenidos que emitan los medios de comunicación regionales. Esta ley pretende que el consejo audiovisual de Cataluña pueda tener capacidad legal para controlar los medios de comunicación.

La idea del proyecto del gobierno Maragall consiste sencillamente en que el CAC tenga atribuciones para decidir sobre la veracidad de una información. De esta manera en la región Catalana se podrá sancionar administrativamente a medios de comunicación, incluyendo la retirada de las licencias de emisión en su caso, a quienes desde los medios de información "falten a la veracidad". Una veracidad que el Tripartito define como "la que se fundamenta en hechos que pueden someterse a una comprobación diligente, profesional y fidedigna". Bien estaría que siendo honrados lanzaran otra ley para controlar la veracidad de las promesas y palabras de los políticos y que en su caso perdieran el cargo o escaño, con sueldo acompañado.

De esta manera los políticos progres, IU, ERC y el PSOE se convierten en censores de la opinión de los medios de comunicación. La izquierda progresista de nombre, está acostumbrada a atribuirse todos los meritos y bondades que enriquecen la tierra que pisamos, pero todo es boquilla. Porque les traiciona la formación, la palabra libertad no se cae de sus labios, pero con sus actos poco a poco nos van negando toda suerte de libertades. A mi no me sorprende, dado que el marxismo es estatalista y de su filosofía emana la idea de que el estado debe controlar todos los pasos de la vida de sus ciudadanos.

Particularmente me siento más cómodo con el pensamiento liberal, prefiero la libertad, aún con riesgos, porque creo que el ciudadano sabe administrar su vida. No podemos entrar en esta dinámica cuyo objeto es cerrar los medios que no les son favorables a un gobierno, pues en democracia la libertad de expresión es una de sus bases. El gobierno debe administrar los impuestos de los ciudadanos y el poder que se les otorga pero no buscar de ninguna manera la permanencia en dicho poder a base de juego sucio. Aunque el tripartito logre sacar adelante esta ley para la censura, los ciudadanos no somos tontos y sabremos donde buscar la información.

Lamento mucho que una sociedad tradicionalmente culta, como es la catalana, admita vivir en una tierra donde la libertad solo brilla bajo el buen o mal talante de sus decadentes políticos.

Atentos porque los mismos progres tramitan en Madrid un estatuto del periodista. No se puede admitir que los políticos echen un oscuro velo sobre la verdad para ocultar aún más sus manejos.

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