miércoles, 10 de diciembre de 2008

Matando Borbones y quemando libros


JOSE MANUEL ARECES
Observen los lectores, que en este caso me produce cierto dolor gástrico salir en defensa de nuestro jefe de estado, pero por el hecho de serlo, uno como el soldado viejo, le guste o no, con razón o sin ella, ha de salir en defensa de su capitán general a pesar de todo lo que sea. Como digo contra el enemigo extranjero soy capaz de defender hasta a Zapatero, por aquello de que, entre mientras, es mi presidente. En este caso la causa está justificada, porque efectivamente es un enemigo de España, uno que se autodenomina extranjero, quien ha lanzado una más de sus diatribas reaccionarias y maoístas contra el ocupante del palacio de la Zarzuela. Y por ahí, si que no (como se dice en Madrid). Mire usted señorito Tardá, que ni me quema la constitución, por embalsamada que esté, ni le admito que mande al paredón al Borbón, ni se me meta usted con España. Porque a pesar de estar menguada, triste, indolente, tiznada, oprimida, mal gobernada, y peor constituida; es mi España, y no la suya, que usted es de fuera, tal como se declara.
Le ruego al menos cierta gallardía, la misma que exhibe como buen radical a la violeta cuando se ve rodeado de los suyos en su país imaginario, y por tanto no venga luego a Madrid a decir eso de donde dije Borbón, me refería a Felipe el quinto. Al menos un poco de gónadas, hombre. Me consta que andaba usted de lo más emocionado en esa emulación, que sus compañeros neonazis, realizaron de la señalada noche en que sus antecesores alemanes se dedicaron a hacer pira con todo libro no aprobado, en la Bebelplatz de Berlín, pero mire eso fue un 10 de mayo, no el 6 de diciembre. El algodón no engaña, y si le aprietas a un nazionalista se te echa a llorar como una amapola, en el caso de un nazionalista catalán es mejor apretarle por la bolsa (de los dineros), antes que la de los testículos.
Así que le voy a hacer un par de recomendaciones para su uso inmediato:
Primero.- Cese en vivir a costa de la nómina del congreso de los diputados de ESPAÑA.
Segundo.- En caso contrario no muerda la mano que le da de comer.
Tercero.- Márchese a su país, y a renglón seguido le doy las instrucciones para encontrarlo: Lléguese a Barcelona, vía Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, o sea ADIF, o bien vuele con IBERIA (usease HISPANIA, ergo ESPAÑA), a saber líneas aéreas ESPAÑOLAS. Llegado usted a Barcelona, mire usted a su alrededor, al sur verá Tarragona, allende el mar, las Baleares, hacia occidente Lérida y al norte Gerona, bien, sépase usted en España aún, por tanto para continuar su periplo, líese un hatillo y échelo al hombro, tome la carretera que lleva al norte, atraviese los pirineos, y tal vez a partir de ahí, pueda usted empezar a buscar su país imaginario.

2 comentarios:

Mike dijo...

José Manuel, no te parece una pérdida de tiempo pedirle a un fascista que se calle...?

Coincido plenamente con el post.

Mike dijo...

Hola!

No sé si aceptas premios, pero este es un modo de reconocer tu trabajo.


Tienes un premio SIN NORMAS en mi blog.

Saludos!