lunes, 26 de enero de 2009

Ni Mortadelo ni Filemón



JOSE MANUEL ARECES
Este PP de mis entretelas anda cada día perdiendo más tornillos, bielas y hasta aceite. La cortinona de humo de la trama de espionaje, está levantando más polvo que una estampida de búfalos en la sabana. Puedo jurar y perjurar que no quería hablar de este tema, hasta que la neblina del combate, y la pólvora hubiesen despejado un tanto, pero como siempre la actualidad manda, en cualquier caso voy a intentar ser por una vez prudente, y decir la mitad de lo que pienso, lo cual va a costar bastante, créanme.

Si las bases del partido no tenían bastante con las últimas derrotas, con el abandono de los movimientos cívicos, con el melifluo y cortesano grupo parlamentario, los rifirrafes del congreso de Valencia o los enjuagues del congreso de Cataluña, ahora han de sufrir un nuevo calvario, con el espectáculo bochornoso que han orquestado el diario gubernamental El país, y quien se beneficie de esto en las sombras.

Resumiendo muy mucho, cuestiones que están en primera plana desde hace una semana, parece ser que existen una o dos tramas de espías, también parece que tenemos tener a los espías de los espías, o sea el gobierno, que como ha declarado Rubalcaba están representados muy dignamente por Mortadelo y Filemón. La pantomima, si es que esto fuera una obra cómica, tiene como protagonistas de videos y otras grabaciones e informes, a consejeros del gobierno de Esperanza Aguirre, concejales de Gallardón, y sabes Dios si alguien más saldrá en la foto.

Parece mentira que en esta tierra que habitamos, alguna persona con dos dedos de frente (y que no tenga carnet de la izquierda cavernícola) le pueda dar algún crédito al diario El país, pero bueno, para algún socialista que pueda leer este artículo, me remitiré a lo único que es tozudo y válido, los hechos:

Primero.-El redactor de estas informaciones, Francisco Mercado negaba ante el juez instructor, este pasado viernes, que tuviese alguna prueba de que Esperanza Aguirre siquiera conociese algo de esta presunta trama.
Segundo.- El diario El País solo menciona unos "partes" sin firma, rúbrica o membrete alguno y cuya procedencia se desconoce.

Es curioso como tanta gallardía periodística, cuando toca declarar ante un magistrado, se desmorone, lo cual ya huele bastante a podrido, pero aún así y como es tradición en su línea editorial, el diario gubernamental no duda ni un momento en que la trama de espionaje parte desde la comunidad de Madrid. Bueno yo solo sé de hechos, y sobre ellos saco mis propias conclusiones, entre las que puedo deducir, que me resulta bastante extraño que un gobierno se espíe a sí mismo. Existen otros hechos, como por ejemplo son las deudas que pueda tener el diario El país contraídas con Caja Madrid, entidad cuyo presidente no tiene precisamente el apoyo de Esperanza Aguirre, y anda peleando con uñas y dientes por mantener el sillón y coche oficial. De todos es conocida también la estrecha relación y aprecio del diario “independiente de la mañana”, hacia el Alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, y de nadie es tampoco un hecho desconocida su animadversión hacia Esperanza Aguirre. Otro hecho que puede ser constatable, es el alto aprecio de las bases del partido, tanto en Madrid, como en toda España, demuestran hacia la presidenta de la comunidad, lo cual debe levantar bastantes envidias, pienso yo. El cuadro ya va tomando a nuestros ojos una composición y cierto color.

Si tal vez ha sido precisa una guinda para adornar tan desgraciado bodegón, haya sido la postura de Mariano Rajoy, a la sazón Presidente del Partido Popular in pectore, y si por él pudiera ser, in eterniam. Un Rajoy fuera de juego como es costumbre en él, una vez más, actúa de cara a la galería, de la manera más torticera que se puede esperar. Rajoy, que contó con el incondicional apoyo y la lealtad firme de Esperanza Aguirre en la pasada legislatura, se ha colocado al lado de Gallardón, y admite a trámite los embustes de El país. Rajoy promete sin piedad guillotina, y evidentemente no está pensando ni en la cabeza de Gallardón, ni en la de Soraya. Solo una persona hace sombra en las encuestas al de Pontevedra, solo una mujer concita apoyos entre las bases del partido, y especialmente, planta cara al gobierno de Zapatero en estos momentos; se llama Esperanza Aguirre. Con lo que sumen ustedes dos más dos.

Resulta triste que la única oportunidad que tenga Rajoy para demostrar su liderazgo, sea el tan español método de cortar cabezas para quedarse solo, es algo muy valiente y digno de un hombre en nada mediocre, qué duda cabe. Resulta muy triste igualmente que la presunción de inocencia brille por su ausencia, frente a un mal disimulado oportunismo político, en las declaraciones del líder de TODO el Partido Popular, en la que habría de ser la defensa de los suyos. Hay dos cosas que no soporto en un político; una es la cobardía, otra es la falta de caballerosidad y finalmente la incapacidad de ser resolutivo con los asuntos.

Mucho me temo que el espectáculo aún no haya llegado a su fin, y así entre Filemón Gallardón, Mortadelo, y el dicharachero reportero de El país, continúen proporcionando gozo sin fin a los inquilinos de la Moncloa y Ferraz, que deben estar muriéndose de la risa, y frotándose las manos a la vista de los resultados de las encuestas, cara a las próximas convocatorias electorales. ¿Qui prodest?, a quién beneficia este berenjenal”?, solo se me ocurren tres figuras, uno es Zapatero, y los otros son Mariano Rajoy, y el ambicioso Filemón Gallardón.

Solo he de hacer un reproche a Esperanza Aguirre, y es que en esta ocasión, su tradicional arrojo y valor están de más. En este mundo, por pocas personas se puede poner la mano en el fuego, y hay ocasiones en las que es mejor optar por esperar, y que los tribunales y otros hablen. La gallardía de esta mujer es conocida, muchos son sus fieles, pero ha de entender que también los enemigos, máxime en un partido donde no importan las opiniones de las bases, más que para rellenar los muros del Facebook, solo cuenta el establishment, la amplia nómina de empleados y burócratas al cargo de administrar la organización, véase el increíble caso de las no-listas abiertas de Cataluña, resuelto el envite con un manotazo de Génova, e imposición de candidata de “consenso”. Así están las cosas.

Esperanza es mucha mujer para enfrentarse con ella, bien lo saben algunos, y temiendo un enfrentamiento claro, directo y honrado, con urnas de por medio como Dios manda, prefieren orquestar estas maniobras con el fin de descabalgarla de las quinielas, antes siquiera, que haya empezado la carrera. Mucha gente, en previsión que la venganza proporcione tan desdichados frutos, está clamando por el regreso de José María Aznar para poner orden, concierto y principios a esta orgía de melés que asola, a lo largo y ancho de la geografía, al único partido que puede, en otras circunstancias, poner al PSOE mirando hacia Pernambuco.

viernes, 23 de enero de 2009

El papelón de UGT y CCOO



JOSE MANUEL ARECES.-
Mientras una permanente ráfaga de cortinas de humo, en forma de novelas de espionaje, recorre los mentideros de la capital madrileña, me van a permitir que me centre en las cosas que verdaderamente importan, aquellas de las que no se quiere hablar. Estoy dedicando estos días a realizar un repaso exhaustivo de los problemas estructurales que han llevado a España a una crisis sin paragón, y que la enfrentan a la que llama Mayor Oreja; la segunda transición. Hemos hablado de políticos, de economía, y de las inútiles y costosísimas comunidades autónomas como causas de nuestro problema estructural, hoy le toca a los sindicatos llamados de clase o mayoritarios, a saber CCOO y UGT, ambos son parte importante del destrozo que vivimos.

Recientemente alguien, en nada sospechoso de resultar de derechas, como es Julio Anguita, al que respeto personalmente y del cual discrepo en lo político, ha manifestado, con contundencia y su tradicional sentido común, en referencia a UGT y CCOO, que "no están haciendo lo que debieran" ante el crecimiento del desempleo y el aumento del número de parados que no tienen asistencia alguna. Anguita añadió, que "todos los sindicatos, pero especialmente los dos mayoritarios, son un apéndice del Estado, una cadena de transmisión de las políticas que han constituido el soporte de los distintos gobiernos".

Estas son verdades como puños, y además se agradece que procedan de alguien de la izquierda. Los sindicatos de clase son meros instrumentos al servicio del gobierno del PSOE. Estas enormes centrales no son más que un negocio de la izquierda, en donde se refugian de sus empleos los liberados y paniaguados, de algunas empresas y de muchos organismos públicos, y a los que difícilmente se ve el pelo por su centro de trabajo en mucho tiempo. Como si de un país comunista se tratara, estas enormes organizaciones se han poblado de burócratas, han crecido a costa del patrimonio de los extintos sindicatos verticales, y viven del supuesto patrimonio histórico, y de las subvenciones del estado para prestar servicios, que están bastante lejos de lo que es la defensa de los derechos de los trabajadores. Los sindicatos, entre otros negocios, se dedican a repartirse con la patronal parte de los fondos de formación para empleados, y hacer así la competencia a las empresas educativas, es decir al mercado, o sea a la sociedad.

Los sindicatos CCOO y UGT, en lugar de acudir a apoyar a los empleados a sus empresas, dedican su actividad a participar en las innumerables mesas de representación que el estado, y comunidades autónomas les ofrecen. Otra de las actividades más importantes de UGT y CCOO, es actuar como máquina electoral para sus fines y los del PSOE. Así en la última década estas organizaciones, cuasi-institucionales, han visto perder su representatividad en todas partes a favor de pequeños sindicatos independientes de rama o gremio, más eficaces en sus reivindicaciones, y desde luego más peleones. Hoy en día UGT y CCOO no representan ni al 10% de los empleados españoles, pero son reconocidos como instituciones con representación por todos los partidos políticos. Es curioso cómo funciona en este país lo de la imagen.

Resulta absolutamente injusto, que comunidades autónomas y Gobierno del estado, sigan concediendo cuotas de poder y fondos, a dos organizaciones que no representan en nada ni a sus fines, ni a los trabajadores. Supongo que debe ser por la costumbre, la comodidad, y el interés, pero lo cierto es que esta sociedad es bastante más dinámica que sus instituciones, y de justos sería adjudicar la representatividad de la voz de los trabajadores, a la pléyade de organizaciones sindicales que verdaderamente están presentes en la brecha.

Quiero aludir finalmente al otro servicio de utilidad que CCOO y UGT prestan a su amo, y es el de mamporreros, brazo armado, alabarderos, o matones de barrio, como ustedes prefieran. Los sindicatos son la policía política del régimen socialista. Ejemplos muy claros los podemos encontrar en las campañas que orquestan, por orden de su amo, para generar cortinas de humo y desviar la atención de los asuntos que asedian al PSOE. En Madrid, por poner un ejemplo, tenemos sobradas muestras de las actuaciones de estos ultras a sueldo, con la permanente persecución a que someten al gobierno de Esperanza Aguirre. En España se ha instalado una costumbre que es la de pensar que si un acto ilicitico se practica por un sindicalista, es una obra social, somos así de estúpidos.

Dado que el PSOE e IU en Madrid, por el castigo de los votantes, están políticamente muertos, pues se dedican entonces a la guerrilla, su objetivo no es otro que impedir el reformismo y la regeneración de lo público, es decir, defender sus derechos y privilegios a toda costa, como buenos conservadores que en realidad son. Si alguien se opone a la modernidad y a los cambios, es la guerrilla de la poltrona, del chollo, de la liberación sindical, de no acudir a tu puesto de trabajo. Porque aqui de lo que se trata, en resumidas cuentas, es de ganar dinero sin pegar palo al agua, y les aseguro que hay gente que lleva en esa situación 20 años.

Las relaciones entre representantes políticos de IU y PSOE con los sindicatos, son de hermandad, pues se trata de las mismas personas. El caso es no trabajar y vivir del chollo a costa del erario público, si no tienes puesto de concejal, diputado o funcionario del partido, te metemos en el sindicato, que allí estarás muy bien. La actividad de UGT y CCOO en Madrid se reduce a actuar como brazo armado de los partidos políticos, en el fin revolucionario, de acosar al PP en las instituciones, boicotear, y sabotear su labor con el objetivo último de derrotarlo. Como vemos es el manual del buen marxista revolucionario seguido al pié de la letra, claro que a estos revolucionarios de salón, les pagamos todos de nuestros bolsillos, tienen empleo fijo y ganan más que nosotros.

Para regenerar España y limpiarla no podemos hacerlo en esta segunda transición sin desbancar a los sindicatos UGT y CCOO de las instituciones y órganos colegiados en los que sientan sus reales, sin derecho ni representación real. Por cierto a estos señores la democracia no les debe nada de nada y no hay derechos ni deuda histórica alguna que concederles. Les recuerdo, no en vano, que si queremos una democracia más limpia, y una sociedad más sana, solo hemos de hacer una cosa: Seamos mejores para vivir mejor.

martes, 20 de enero de 2009

Citas



“Es necesario, especialmente en tiempos difíciles, tener un proyecto de país con ambición de futuro. Ningún país está condenado al fracaso, pero tampoco ninguno tiene garantizado el éxito. Aferrarse a los logros ya alcanzados y confiar en que durarán para siempre es una opción fácil, pero abocada al fracaso".

José María Aznar (Presidente del gobierno de España)

España en el rincón de la historia



JOSE MANUEL ARECES.-
Esta tarde Barack Obama jura el cargo como cuadragésimo cuarto Presidente de los Estados Unidos de América, ante sus ojos se abre la que, para bien o para mal, será una nueva etapa de la historia mundial. En medio de una crisis económica que va a arrasar una parte de su gran nación, Obama se ha sentido consciente del peso del poder por el que tanto ha pugnado, pero tiene la fortuna de contar con un pueblo consciente de sus deberes. Hoy todas las cadenas de televisión gubernamentales españolas han retransmitido el acto de toma de posesión, en el que hemos asistido a unas escenas, ¡tremendas escenas!, de masas populares acompañando a su nuevo líder.

Estados Unidos marca irremisiblemente la pauta al mundo con sus fortunas y desgracias, igual que en su momento el imperio romano lo hizo con el mundo conocido; solo una nación con sentido de destino en la historia es capaz de transformar ese mundo. No sé cómo se habrán sentido los progres demodés españoles, al ver a un pastor evangélico elevar sus plegarias a los cielos por su patria y por el mundo, por la paz, en un profundo y emotivo ruego de energía, de aciertos, para el que es hoy, el hombre más poderoso del mundo. Este reverendo protestante es amigo de Obama, y curiosamente se opone al matrimonio homosexual y al aborto, cosas que el progrerío de aquí no debe cuadrar muy bien en sus estrechas mentes, cuando definen a Obama de hombre de izquierdas. Y es normal esta falta de entendimiento de la cultura estadounidense, porque allá el estado nunca está por encima del hombre, nunca se eleva sobre la nación, es ella, la nación militante quien siempre sostiene al estado. Paradojas que ningún izquierdista reaccionario español logrará entender. La nuestra, España, es una nación demolida, dividida, egoísta e injusta consigo misma, una nación sin fe en el futuro, sin amor por el trabajo, indolente, y absolutamente carente de capacidad de sacrificio, España está destinada, en esta fase de la historia, a ser cola de ratón.

Envidio pues, sanamente, la fe de un pueblo, y creo que será capaz de bandear la crisis, porque ésta no es un fenómeno natural sino humano, y por tanto aquello que han hecho los hombres, otros pueden deshacerlo, con buena labor, ánimo, sacrificio, y patriotismo. Son lecciones que nos da la historia.

Entre tanto a la cola de los cambios que han de producirse, en un rincón de la historia, se encuentra un país llamado España. El nuestro, es un país donde la nación se desintegra como concepto, diluyéndose en pequeñas taifas. Un país en el que el candidato separatista de Galicia dedica los euros de su partido a lanzar un video electoral en el que se muestra como Asterix, oponiéndose al imperio español, un país donde el ministro de economía más mentiroso de la historia, tira la toalla frente a la batalla de su vida, pero resiste en el cargo. Es este un país, donde cada región lucha por despedazar los restos de la tierra común, y matan por obtener, y dilapidar, unos menguados fondos que son imprescindibles para salvar el barco.
Para el que no se de cuenta, lo diré con claridad meridiana: estamos ante la mayor crisis de nuestra historia, y no me refiero a la económica, hablo de una crisis de valores profunda y oscura, una crisis de fe en el futuro, la peor que puede sufrir una nación. España se hunde más y más en el fondo del abismo, nuestro gobierno, siempre lo he dicho, es fiel reflejo de una sociedad que ha perdido principios y valores, que no tiene fe en su destino como pueblo, que ha perdido la identidad, la honradez, y la vergüenza torera. Esto es España, ¡pasen y vean!.

Llegados a este punto de nuestra larga historia común unos optan, como las ratas, por abandonar el barco, otros como el gobierno, por hundirse con él, ya nadie piensa en el rescate, en afrontar el levante, en plantar cara al temporal. Aquí nadie quiere pelear, afrontar el destino con gallardía, defender su libertad. Siento envidia cuando oigo de los labios de un Presidente, un discurso digno de un general antes de la batalla, poco me importa si lo cree o no, nada me importa en verdad. A buen seguro cuando Obama dice: "Nuestra economía está muy debilitada, como consecuencia de la avaricia y la irresponsabilidad por parte de algunos, pero también por el fracaso colectivo en tomar las decisiones difíciles y preparar a la nación para una nueva era", queda claro que implica a la nación, y la hace partícipe de su destino, es evidente, que no puede por menos, sentir el peso de la historia sobre sus hombros. En España, no conozco en el gobierno al político que se atreva decir a sus conciudadanos: “Tenemos que levantarnos, sacudirnos el polvo y empezar, de nuevo, a construir América”. Desgraciadamente España, y los españoles estamos tan hastiados de nuestros políticos, y de nosotros mismos, que una ola de cinismo nos embarga negándonos toda esperanza de reparación.

Para hacer historia hay que tener sentido del destino, fuerza interior, valor, fe, capacidad de sacrificio, y en ocasiones, negar la oportunidad al desaliento. En la España del siglo XXI lo único que negamos es la realidad, con un Presidente Zapatero escondido en su pensamiento Alicia, con una serie de paletos, y egoístas barones regionales, que no ven más allá de su ombligo, y con un pueblo, que antes practica la solidaridad en Kenia o Palestina, que entre sus propios compatriotas.
Dice mi amiga Esther que algo de los valores del ser español debe quedarnos en la sangre, espero que sea así, ruego por ello. A título individual si conozco muy buenos españoles, pero en el orden colectivo, miro a mí alrededor, y solo veo egoísmo y ceguera por doquier. España ha dormido la siesta holgando de las subvenciones del estado, sisando a los congéneres, y mandando a foráneos a hacer el que es nuestro trabajo. Ya ni tan siquiera somos capaces de engrosar las filas de nuestros ejércitos, todo los subcontratamos, hasta el patriotismo.

No sé cuánto pueda quedar en nuestras venas de conquistadores, almogávares, cruzados, marinos de Lepanto, soldados viejos del tercio, misioneros en destinos imposibles, héroes de Baler. Los asturianos que tocaron arrebato la orden de la reconquista, viven hoy de sus prejubilaciones, agarrados a una botella de sidra, abrazados al olvido. Los vascongados que hicieron más pequeño el mundo, y parieron Castilla, hoy retornan a la era de las cavernas. Los aragoneses y catalanes que sometieron el sur de Italia y Bizancio, pelean por un litro de agua del Ebro, y los castellanos que plantaron cara a media Europa, y la pusieron bajo sus abarcas, abandonan sus tierras, y miran a esa misma Europa, en busca de un mísero subsidio. Temo a los griegos cuando traen regalos, decía el poeta, el peor regalo que se ha podido dar al pueblo español se llama subvención, nos han descastado, hemos perdido nuestra fiebre, nuestro coraje a favor de cuatro cuartos de vellón, estamos más capados, como pueblo, que un capón de Villalba. Nuestra capacidad de lucha, nuestra moral, están por los suelos, bien sabe mi querido Carlos Patricio, que ningún ejército, que ningún pueblo, pueden jamás avanzar en tales circunstancias hacia su destino, nos hemos resignado a que nos den el viático como nación, en espera de la extremaunción del destino.

Solo una cosa nos puede salvar de este sino pesaroso, y es la poesía, son las palabras, son los conceptos cargados de certeza, es la fe en el futuro. Precisamos de hombres y mujeres que se levanten a sí mismos con su esfuerzo, que no necesiten de zancadillas en su mérito, son personas independientes y con credo, con voluntad de luchar. Necesitamos de menos zalameros y cobardes, no precisa España de tanto hipócrita y fariseo, España necesita que le digan las verdades a la cara, sin titubeos, sin adornos. No nos hacen falta más sacamantecas y haraganes, no queremos más marketing electoral y gastos superfluos en autobombo. Esta España solo sabe, puede, y debe encarar el destino con modestia, con austeridad, como es nuestra tierra, pero con tronío. Alguien debe haber en algún rincón que sepa sacarnos de esta apatía, de este pasotismo destructor y nihilista, removiendo nuestras tripas con redobles de tambor, con palabras que huelan a futuro, a esperanza, que traigan la fragancia de la primavera, palabras llenas que no vacuas, frases con sentido, cargadas de verdad, palabras que sepamos creer sin duda alguna, palabras de las que elevan los corazones. No precisamos promesas de subsidios, precisamos palabras que nos devuelvan la dignidad y la fe en nosotros mismos. Mañana puede ser un buen día para poner un anuncio: "Nación demanda urgentemente líderes en su rescate. Situación muy grave, perdida de fe colectiva. Se valorará experiencia en el sector privado, valor y energía, fe y tesón. Abstenerse funcionarios y políticos con más de un años en el cargo. Remuneración a convenir, imprescindible vehículo y vivienda propios, pagamos gastos de manutención y desplazamiento".

España, aunque no lo quiera ver, está ante una nueva frontera, de la nación depende encarar el inevitable correr de la historia labrando uno u otro destino, de la actitud de todos nosotros depende. Les remacho de nuevo, con el que va a ser el lema que leerán en estas páginas con asiduidad en el futuro próximo, y que finalizaba nuestro anterior artículo: Seamos mejores para vivir mejor. Buenas noches y buen futuro, compatriotas.

sábado, 17 de enero de 2009

Citas


En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.
Eugenio Trias

Ventajas que extraer de esta crisis


JOSE MANUEL ARECES.-
Los efectos de la tan cacareada crisis han comenzado a instalarse en nuestras vidas, nos acompañan a tomar el café de la mañana, nos saludan en las noticias del día, se emboscan tras el precio de los alimentos, el recibo de la luz, y en muchos casos, nos llevan a pasar largos ratos a la cada vez más gruesa cola del paro. Me van a permitir que por una vez pugne por escapar de esta sensación universal, de temor y depresión colectivas, hoy voy a mostrarme optimista.

Probablemente se deba a que uno ha sufrido unas cuantas crisis, propias y ajenas, por lo que hemos aprendido a controlar el miedo, al phobos que los griegos-espartanos aprendían desde niños a dominar, para presentar batalla. En la lengua de la china, de cultura milenaria, la palabra crisis es ambigua, significa riesgo y oportunidad; hoy quiero hablarles de oportunidades.

Atrás han quedado los artículos que uno mismo, modestamente, y otros más dignamente, hemos publicado en los dos últimos años avisando, a quien quisiera escuchar, que vivíamos tiempos de fingido esplendor, rodeados por el oropel de una prosperidad vana e irreal. Se ha advertido a un gobierno sordo, loco, e irresponsable: cuasi suicida, que se actuara urgentemente, que esto iba a estallar. Hemos señalado por activa y por pasiva, la larga marcha cuesta abajo, y a velocidades de espanto, hacia un abismo en el que ya nos estamos instalando, nada se pude hacer ahora por evitarlo. Pensemos por tanto en cómo salir del abismo, porque señores, de todo se sale en esta vida, simplemente es una cuestión de actitud y enfoque, de esfuerzo colectivo en individual. Como en la parábola del burro que cayó en un pozo, solo hay dos opciones: dejarse enterrar con la tierra, que a paladas te lanza tu amo, o sacudírtela, e ir ascendiendo poco a poco sobre ella, para recuperar la libertad.
La crisis se ha instalado en nuestras vidas, esto es un hecho tozudo e irrefutable, nada podemos hacer por evitar su llegada, ni tan siquiera valen lamentos, hay que afrontar la realidad y estar prestos a desafiarla, a sacar lo mejor que nos trae, y cambiar las cosas para que no se vuelva a repetir por un largo tiempo. Se precisa del esfuerzo colectivo, porque en estas hemos fallado colectivamente, tanto este gobierno radical e iluso, como una banca irresponsable e incompetente, un estado de las autonomías insostenible para nuestros bolsillos, peonadas, prejubilaciones multimillonarias, precios de escándalo en la vivienda, admitidos por un mercado iluso, que creía que vivíamos en un país rico, gastos personales y familiares dignos, de no ya de una clase media, sino de un opulento Craso, y tantas cosas más. Hemos vivido en una fábula, las recientes décadas de fingida prosperidad en este país de tamaño medio, nada de la octava potencial mundial, han potenciado y multiplicado todos y cada uno de nuestros defectos estructurales, han aumentado el tamaño de nuestras fallas, y en ello hemos colaborado todos y cada uno de nosotros.
España, desde la entrada en la UE, se ha creído de repente parte de la primera división, y como le ha pasado a cualquier modesto equipo de futbol que llega a tales posiciones, si no cuenta con la infraestructura, los jugadores, y la financiación necesaria, no dura más que una temporada, como mucho dos. Así ha sucedido, no hemos trabajado por mejorar, por innovar, por aprovechar los fondos estructurales y de cohesión de la UE, no hemos luchado por mejorar nuestra balanza comercial, hemos sustentado nuestra riqueza sobre legiones de mileuristas, de inmigrantes, hemos renunciado a determinados empleos para nuestros hijos, hemos derrochado a manos llenas, como posesos, gastando imprescindibles fondos públicos en cursos de formación inútiles, en fuentes con chorrito y jardines de diseño, árboles de navidad de Ágata Ruíz de la Prada, en crear cientos de polígonos industriales vacíos, en vanidad, y lo peor , es que esta euforia nos ha hecho egoístas, desmedidos, y fanfarrones. Más de uno de los lectores puedan enfadarse, pero créanme este ejercicio lo he repetido una y otra vez conmigo mismo, he precisado de él para acordarme de quien soy, en donde vivo, y así poder extraer soluciones que me sirvan para encarar el futuro de manera exitosa. Se precisa un ejercicio de autocrítica para volver a la realidad, medir nuestras verdaderas fuerzas, asumir los errores, y fijar una estrategia de vida nueva.

Las crisis nos traen lo mejor y lo peor de nosotros, y de nuestra actitud depende escoger. Lo peor de nosotros lo hemos señalado anteriormente: hemos vivido un dulce espejismo, pero como dice el refrán, más dura será la caída. En estos momentos solo nos queda levantarnos, actuar con juicio y ponderación, no dejarnos llevar por la depresión y actuar. La crisis nos va a obligar a vivir modestamente, a mirar con ponderación cada euro que empleemos, a sentir el peso de la responsabilidad sobre cada uno de nuestros actos, esto es muy bueno, porque esta vuelta a la realidad nos hará mejores. Precisamos de los únicos valores que nos pueden salvar, aquellos precisamente que dejamos de lado con una sonrisa, en la anterior y loca belle époque de prosperidad insensata.

Claro está que este cambio ha de ser colectivo, y en nada nos beneficia este gobierno que aún metidos en un hoyo, nos quiere enterrar aún más gastando a manos llenas en unas inútiles, corruptas, y carísimas autonomías, para satisfacer las demandas de otros políticos igualmente manirrotos en su mayoría, derrochando los imprescindibles créditos para familias y empresas (dinero nuestro) en sacar del problema a la Banca que lo ha generado, y ese dinero no está fluyendo a nuestros bolsillos. Nos van a crujir a impuestos, cuando justamente precisamos lo contrario para poder ascender esta larga cuesta. De poco sirve que seamos responsables con nuestro erario personal, cuando el colectivo, sigue en manos de los irresponsables que nos han traído a esta deriva. La sociedad debe actuar en dos direcciones, en lo personal transformarse retornar a los valores que nos permitan llevar una vida próspera, que no onerosa, y de otra debemos exigir los valores de la sociedad en nuestros políticos, pues estos han de ser fiel reflejo de nosotros, al contrario de lo que ha sucedido en las últimas décadas, cuando ellos mismos con nuestra aquiescencia, han marcado el ritmo a la sociedad. Se precisa por tanto un cambio radical, ante el embate de lo que tenemos encima solo queda formar en cuadro, apretar los dientes y los pies al suelo, mirar a los ojos al futuro, y actuar con decisión.

Los valores de libertad individual, buen juicio, sacrificio, responsabilidad, solidaridad bien entendida, una cierta valentía, compromiso en lo político, patriotismo realista, ahorro, moderación en el gasto, amor por la verdad y honradez; son precisos para salir adelante, y aquel que juzgue todo esto con ironía y cinismo, no va a lograr otra cosa que hacerse con un dudoso patrimonio, que la cruda realidad nos ha demostrado a donde lleva. Seamos mejores para vivir mejor; es el lema de la nueva vida, de la nueva sociedad que precisamos.

miércoles, 14 de enero de 2009

La justicia no está tan ciega



JOSE MANUEL ARECES.-
La mitad de los jueces amenaza al gobierno con su primera huelga si no se cumplen sus objetivos, antes de seis meses. El plante se realiza no sin responsabilidad, ya quisiera el gobierno que los sindicatos dieran tan amplios plazos. Cuatro asociaciones de jueces exigen la adecuación salarial, la regulación de su carga de trabajo, y la adaptación de la justicia a las nuevas tecnologías. Promoverán una protesta en todas las sedes judiciales del país el próximo 18 de febrero, en caso de no lograrse acuerdo habrá una huelga para el mes junio. El ministro de la cosa, Bermejo, cree que esto es injustificable y señala con el dedo a los jueces amenazándoles con el recuerdo de que nadie es intocable, es evidente que a la banda de la secta no le agradan las verdades. Todo esto sucede tres meses después del paro de los secretarios judiciales, en solidaridad por la suspensión de empleo y sueldo, de la secretaria judicial relacionada con el caso Mari Luz, y un año después de los tremendos paros de los trabajadores de justicia.

En fin, si algo es evidente, es que en la justicia hay problemas. Resulta chocante como el Presidente del gobierno en recientes declaraciones hablaba de la independencia del poder judicial, curioso resulta escuchar estas palabras, cuando día sí y día también, somos testigos de las presiones políticas que los del régimen ejercen hacia aquellos jueces que nos son de su cuerda, no olvidamos el caso del juez Ferrín, públicamente linchado por las asociaciones de jueces y fiscales progres, colectivos lésbicos, partidos de izquierda y agrupaciones de afectos al pesebre institucional.

El problema de España es precisamente que habida cuenta del mal funcionamiento de la administración, de la corrupción generalizada, de los chanchullos miles, el carácter picaresco español, los fraudes empresariales, los divorcios por matrimonios mal planteados, querellas entre vecinos, y demandas varias; exigen una justicia no ya de calidad, sino con los medios suficientes para absorber la brutal carga de casos que se acumulan en los palacios de justicia.

Para más Inri la cesión de competencias de justicia a las comunidades autónomas, uno de los mayores errores de la democracia, han acelerado el problema, porque ahora vamos a 17 administraciones de justicia, cada cual a su manera, esto es un dislate.
Los jueces tienen una gran carga de razón y en principio piden lo que cualquier hijo de vecino, y desde luego su comportamiento resulta más ejemplar, a la hora de amenazar con una huelga, que el que muestran pilotos o sindicatos verticales como UGT y CCOO, cada vez que se le pasa por el arco del triunfo organizar una tangana.

Necesitamos una administración de justicia eficaz, con medios suficientes para prestar el mínimo servicio que precisan los ciudadanos, este es un servicio que responde a una de las más básicas garantías en democracia, dar justicia al que la precisa, hacer aplicar las leyes por las que nos regimos, dirimir los conflictos, en fin, tener paz. Si para esto se precisan cientos o miles de ordenadores, y su mantenimiento, cómprense, en lugar de invertir en vinos españoles, inauguraciones y festejos varios. No hagamos parar a un servicio básico para la convivencia por causa del dispendio en imagen y propaganda inútiles. Probablemente el ministro Bermejo en lugar de andar hurgando heridas, manipulando al ministerio fiscal, repartiendo prebendas a amigos, o castigando desafectos, y lanzando amenazas; mejor debiera pelear con su patrono por obtener estos fondos para su departamento. No en vano queda bastante mal que el tal Mariano Bermejo, a la sazón ministro de justicia, se gastase 250.000 euros de vellón en la reforma de su pisito y ahora ande racaneando con necesidades que sí son reales, con ese dinero se hubieran equipado informáticamente 100 salas judiciales. Llámenme demagogo si quieren, pero los dineros están para administrarlos y gastarlos con cierto decoro, máxime en tiempos de crisis.

domingo, 4 de enero de 2009

Citas


No hay más que un poder: la conciencia al servicio de la justicia; no hay más que una gloria: el genio, el servicio de la verdad.
Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.

Una dictadura silenciosa


JOSE MANUEL ARECES
El terrible caso del Juez D. Fernando Ferrín Calamita es uno más de tantos en la persecución extremista y fanática de la jauría políticamente correcta. Son muchos los profesionales en distintos empleos que han caído víctimas de la justicia paralela de la izquierda. Como escribimos hace tiempo, refiriéndonos al fiscal Fungairiño, una nueva inquisición ha nacido, una dictadura soterrada y silenciosa, no declarada pero no menos poderosa que amilana a la política, al poder judicial, las fuerzas armadas y a todo quisque viviente. Su objetivo, someter al estado de derecho.

Los tribunales populares están hoy gobernados por progres con mentalidad de chekista, sus púlpitos están en plazas, senados, periódicos, y televisiones, y su ideología es la del lumpen de la sociedad, ideología de género, gays y lesbianas, feministas, alianza de civilizaciones, persecución a católicos (que no laicismo), y demás bagatelas masónicas que convierten en hereje al hombre de fe, en traidor al defensor de la ley, y condenan al insulto, y al ostracismo al que nada contracorriente y solo pretende, un estado de derecho e igualdad.

Con el caso del juez Ferrín se ha logrado capar a la justicia como si fuera un pollo de Villalba, curiosamente, según los chekistas, puedes ser un juez de izquierdas, puedes ser un juez gay, puedes incluso ser juez batasuno, pero de ningún modo, y aún siguiendo estrictamente la ley al pié de la letra, puedes ser un juez católico con siete hijos. La ley del embudo es así, no hay constitución, ni leyes, ni garantías que valgan si estas entran en confrontación directa con lo políticamente correcto. En el caso de que uno pretenda ser honrado en este mundo, y fiel a sus principios, no queda más que el ostracismo, el insulto público, la deshonra sistemática , el escarnio y la suspensión de empleo y sueldo. Así se hacen las cosas en la España democrática, y ha este punto hemos llegado, al punto en que unos cuantos locos dictan la moral pública, adoctrinan al ciudadano, suprimen al enemigo de la fe, y ponen de rodillas al totum estado de derecho y sus instituciones.

Es preciso recordar al que esté mal informado, que el Juez Fernando Ferrín ha sido suspendido de empleo y sueldo, sin opción a ganarse entre tanto la vida en otra actividad, porque dos lesbianas esgrimen, en función a la ideología de género, su derecho de adopción. Precisemos las cosas porque puede haber alguien confuso al respecto: el derecho de adopción no pertenece a los padres, este derecho pertenece al niño, el juez lo que decide es si unos u otros padres son los adecuados para el cuidado de dicho niño, nada más. Esto enlaza con la famosa discusión relativa a las uniones de gays y lesbianas, el matrimonio se regula entre dos personas de distintos genero, hombre y mujer desde que el mundo es mundo, uno de cuyos fines es la reproducción, o sea traer hijos a esta tierra. Para desmontar esta institución, base de nuestra sociedad, la izquierda cavernaria precisa retorcer los conceptos y así hacer asimilar a la sociedad, que cualquier ser puede unirse en matrimonio, no importa el género, y por tanto para crear una familia precisa hijos, y como por naturaleza es imposible que los pares puedan procrear, pues hay que darles el privilegio de adoptar niños.

Esta corrupción total de la naturaleza y el orden social tiene un trasfondo que va más allá de otorgar supuestos derechos a gays y lesbianas, pretende transformar la sociedad, y está ligado a cuestiones tan dispares como la educación de los niños en función a los intereses del estado, la supresión de toda doctrina religiosa en nuestras vidas, y el sometimiento en fin, de nuestras almas a la dictadura silenciosa. La última estación de todo este proceso es el paraíso comunista o como ahora lo quieran vestir; da lo mismo.

El pueblo español y sus instituciones están hincados de rodillas ante el poder oculto de unos pocos grupos minoritarios, pero poderosos y bien coordinados, y cualquiera que se aleje del camino trazado pone en juego su vida, hacienda y carrera. Hoy en día el cursus honorum pasa por rendir pleitesía a los dictados supremos de la izquierda totalitaria y rancia, la libertad es una palabra bella escrita en viejas piedras, cuyo significado ha sido retorcido hasta que apenas si queda un retazo de su recuerdo. Hoy el hombre libre no puede decir ya aquello de: -yo solo me arrodillo ante Dios y no ante el rey-, el hombre libre no puede confiar su vida a los valores de nuestros ancestros, el hombre libre, en definitiva, no puede ni tan siquiera decidir cómo educar a sus hijos, ¿Dónde estás libertad?.

Permítanme que ose demandarles lo siguiente: arriesguen sus haciendas, contesten al poder, eleven sus puños al cielo, desafíen a la corriente, salven sus almas eternas, defiendan su personalidad sea cual sea esta, nieguen la mayor, y opinen libremente, porque solo tomando esta postura lograran llevar una vida digna, la cabeza alta y contribuir con el común de sus vecinos, a someter al destierro esta dictadura que como gota de lluvia fina, y sordamente, se ha instalado sobre nuestras cabezas. Desafíen a su miedo, vuelvan la cabeza ante la comodidad, son tiempos de penuria y nuestra libertad, la de sus hijos, la justicia, reclaman el apoyo decidido de la nación, del común de los españoles. No se equivoquen la soberanía recae sobre la nación, nadie dicta nuestro futuro más que nosotros, y se precisan medidas contundentes para recuperar nuestra soberanía entregada de balde a una banda de políticos y adláteres, que pretenden someter, no ya nuestras vidas, sino aún peor, nuestras conciencias a su dictado. Una revolución de sordina barre España de punta a punta, y entre tanto, los españoles se van de cañas, hoy ya es tarde, y mañana, como decía Alfonso Guerra, a España no la va a conocer ni la madre que la parió.

En sus manos está decidir: sí, pueden decidir cuál es su destino, que vida desean, el estado no puede, no debe decidir por ustedes. Entre tanto, les animo a contribuir con su apoyo a desafiar la injusticia: una serie de asociaciones cívicas han abierto una cuenta corriente para sostener a un hombre que lo único que hizo fue cumplir con su deber, no más. En las manos de los españoles de bien está cambiar las cosas, no en las de los políticos, contribuyan pues a que el Juez Fernando Ferrín pueda alimentar a su familia en estos tiempos de penuria, puedo asegurarles que este acto les será devuelto con creces a buen seguro, como mínimo, si todos ponemos un poquito de nuestra parte, devolveremos la fe en la justicia y la solidaridad a una familia apurada, y como máximo estaremos cambiando el rumbo de las cosas.
Apoyen pues a la plataforma cívica en pro del Juez Ferrín Calamita, con este apoyo se pretende:

1- Instar a la sociedad española a realizar una ayuda económica para el pago de la indemnización a las lesbianas y las costas del procedimiento, así como para que el Juez condenado por actuar justamente pueda mantener a su familia (provisionalmente permanece abierta la cuenta BBVA: 0182-7589-91-0201517203).

2- Apoyar moralmente al Juez Ferrín Calamita, mediante los mensajes de aliento y comprensión que la ciudadanía quiera manifestarle, en el blog creado al efecto: http://juezcalamita.blogspot.com.

3- Activar la sociedad civil para reivindicar la despolitización de la judicatura. El caso del Juez Ferrín Calamita ha sido un ejemplo más de la claudicación de la justicia ante lo políticamente correcto, de la politización de la fiscalía y la judicatura, de la condena previa por motivos religiosos, y del sometimiento de la justicia a la ideología de género y al lobby gay, desoyendo el elemental principio de la presunción de inocencia.

En sus manos está el poder de cambiar el rumbo de nuestro destino común, tan solo han de hurtar unos euros a cualquier capricho banal, que como todos ellos, apenas si luego quedará en su recuerdo. Un hombre honrado y su familia las están pasando canutas por defender nuestros derechos, de justos es corresponder el sacrificio.

jueves, 1 de enero de 2009

Citas



Existe una tentación extremadamente sutil y peligrosa de confundir la paz con la simple ausencia de guerra, como estar tentados de confundir la salud con la ausencia de enfermedad, o la libertad con el no estar preso. La terminología es a veces engañosa. Por ejemplo, la expresión "coexistencia pacífica" significa ausencia de guerra y no verdadera paz.
Dominique Pire (1910-1969) Sacerdote y sociologo belga

De nuevo tierra santa


JOSE MANUEL ARECES
El eterno conflicto palestino-israelí parece no tener fin. La enésima tregua impuesta desde instancias internacionales ha vuelto a fracasar, como no era menos de esperar. Hamás ha regresado a una política de terror y hostigamiento de la población de Israel, mediante el bombardeo permanente del territorio judío, estos por su parte, han iniciado una campaña más de autoprotección mediante el uso de la fuerza militar. Los primeros no precisan de mucha tecnología para el lanzamiento de cohetes, y los segundos utilizan su avanzado armamento para intentar producir los menores daños colaterales posibles. En cualquier caso cuando se hace uso de la fuerza, los riesgos son inevitables, y los daños entre la población civil consecuencias evidentes. La franja de Gaza, el territorio más hostil de los dos gobernados por palestinos, es un estrecho pasillo con poblaciones masificadas. Los terroristas de Hamás lanzan sus ataques desde calles y avenidas, se esconden entre la población, utilizan edificaciones residenciales como baluartes, y a una población pobre y radicalizada como escudos humanos.

Los responsables de las IDF no comprenden que Hamás les lleva a la guerra urbana, porque en esta las bajas civiles son inevitables, y estas bajas representan la necesaria imagen que se pretende llevar a un mundo horrorizado por tales escenas de muerte y destrucción. El triunfo en la guerra se basa en las acciones de campo y en el triunfo de la propaganda. Cada baja civil, cada niño fallecido, es un mártir de la causa a exhibir por el aparato propagandístico de los palestinos pro iraníes. Por otro lado, en Israel no se entiende que un ataque recibido no conlleve como respuesta el ojo por ojo. Israel hace décadas que perdió la guerra de la propaganda, e intenta sobrevivir, como un estado democrático, en medio de una jauría de enemigos que no tienen problema alguno en dejar la sangre de sus ciudadanos con tal de lanzar al mar al enemigo judío. Lo que resulta harto evidente, en cualquier caso, es que en una guerra urbana de baja intensidad, la actuación de un ejército regular es lo mismo que meter un elefante en una cacharrería.

El problema tiene muy difícil solución, no olvidemos que el conflicto es la esencia de nuestra historia, y en este caso el odio entre generaciones y generaciones de habitantes, de tan escaso territorio, no tiene fin. Prácticamente cada ciudadano tiene uno o varios muertos en su particular haber de esta guerra, que se inició prácticamente en la cuarta década del siglo XX. El sentimiento de venganza, la demanda de sangre, son un clamor popular en ambos bandos, pocos son los ciudadanos que puedan sustraerse a tal sentimiento, el pacifismo en ambos países es una muestra de exotismo socialmente denostado. Cientos de resoluciones, negociadores internacionales e incluso unidades de interposición han pasado por este conflicto sin ningún resultado alguno, a los ojos de cualquier observador la paz en tierra santa parece una utopía inalcanzable.

Como en el caso de los Balcanes, parece evidente que todos los pueblos tienen razones históricas, sus demandas, y una extensa lista de derechos. Particularmente pienso que llegados a un punto de no retorno de radicalización, que abarca a toda la población, el conflicto solo puede dirimirse con una victoria clara por parte de uno de los contendientes. Esta es una guerra inconclusa, permanentemente pausada por los organismos internacionales, pero nunca satisfecha. Cientos de veces hemos visto detener el conflicto pero nunca se han propuesto soluciones que satisfagan a ambos bandos, lo cual supone una tregua más en medio del conflicto, pero nada más.

Las soluciones son harto difíciles, pero me temo que son pocas, en principio la más brutal sería dejar que la guerra acabe con un bando vencedor, otra es imponer un gobierno internacional a ambos países, solución que ninguno de ellos aceptará salvo sea por la fuerza, lo cual llevaría a una invasión y a otra guerra inevitablemente. En cualquier caso, lo que sí es cierto, es que el reparto de territorios y la convivencia se ha demostrado imposibles a la luz de la experiencia, ambos bandos desean y reclaman una victoria total sobre el contrario, y cualquier cosa menos resultará insuficiente. Por tanto o la ONU invade Israel y Palestina a la limón, vence en una guerra en la que la cifra de muertos puede ser inasumible, y desarma a ambos bandos, imponiendo un gobierno foráneo de ocupación o se les ha de permitir acabar su guerra. Las consecuencias en cualquiera de ambos escenarios son imprevisibles, y los costes imposibles de asumir salvo, tal vez, para el bando musulmán de carácter menos democrático y humanitarito que el occidental.

En cualquier caso temo que ante la evidente insuficiencia de arrojo y valor de los políticos internacionales veamos durante más décadas las mismas escenas de sufrimiento, horror y desgracia, a la que estamos acostumbrados. En casos excepcionales se requieren medidas de excepción, ante la fuerza la paz no es una solución posible ni viable. Las peroratas y discursos encendidos de la ONU no rebasan la bahía del río Hudson, y sus medidas de pacificación, por débiles y timoratas, son a todas luces insuficientes. En mi opinión, a los auténticos responsables de la prolongación, sine die, de este chorreo permanente de muertos, hemos que buscarlos en la sede de naciones unidas. El frentismo internacional, la incapacidad de ponerse de acuerdo en cuanto a quién es el bueno de esta película, los intereses nacionales, el choque de civilizaciones y el deseo de protagonismo de políticos y diplomáticos, son haces de leña que solo sirven para alimentar este conflicto y mantener la caldera en permanente funcionamiento.