viernes, 6 de mayo de 2011

Zapatero lleva a ETA a las elecciones. ¿Será Rajoy cómplice de esta apuesta?




JOSE MANUEL ARECES DE ÁVILA.- Editor Periódico Liberal

Ayer con nocturnidad y alevosía, el Tribunal Constitucional de José Luís Rodríguez Zapatero aprobó por cinco votos de seis la presentación de candidaturas de la formación proetarra Bildu a las elecciones municipales en el País Vasco. Esta decisión rompe el pacto antiterrorista, da carta de veracidad a las manifestaciones y advertencias hechas por activa y pasiva por parte de Mayor Oreja y demuestra que las actas de los acuerdos celebrado entre la banda terrorista ETA y el Gobierno son un hecho consumado.

La jugada por parte del gobierno ha sido más que evidente, mientras con la mano derecha utilizaban todos los recursos policiales para aparentar dureza frente al terrorismo, con la mano izquierda diseñaban un proceso en el que aparentaban sacar a Bildu de las elecciones. Este proceso, perfectamente calculado en sus tiempos, terminaba in extremis en un Tribunal Constitucional, al pleno servicio del gobierno, aleccionado para dar el respaldo a la formación filoterrorista minutos antes del comienzo de las elecciones. La política de los hechos consumados llevada al extremo ha permitido a Zapatero escribir la página más negra e indigna de nuestra democracia. Con esta decisión el Tribunal Político, mal llamado Constitucional, da una nueva bofetada a las víctimas del terrorismo, alienta el secesionismo, permite la financiación legal del terrorismo, y alienta el secuestro, la tortura y la extorsión. No exageramos al decir estas palabras, porque todos conocemos a ETA y sus secuaces, en 40 años de guerra abierta hemos tenido ejemplos más que sobrados para saber con quién se trata en este peligroso juego.

Este es un nuevo golpe demoledor por parte del Zapaterismo contra el estado de derecho, contra la seguridad de los ciudadanos y sobre todo contra nuestras libertades individuales. De los experimentos del Pacto del Tinell a este atentado contra la dignidad nacional poco nos queda por ver de la parte del Partido Socialista. Lo que sí queda mucho por saber es de los principios que defiende el plácido Rajoy. Al de Pontevedra, a pesar de ser un hombre muy tranquilo, probablemente se le empachó ayer la apertura de campaña. Si hay algo que no le gusta es tomar decisiones firmes y contundentes que le saquen de su siesta, y este es uno de esos momentos en los que su valía, sus principios y rectitud pueden quedar en cuestión ante un electorado, el del Partido Popular, que no ve con buenos ojos estos atentados contra la Democracia. Rajoy solo tiene una salida posible, y esta es ordenar de inmediato a su fiel Basagoiti que rompa el pacto con Patxi López de inmediato, la decisión es fácil, solo hay que guiarse por los principios, pero probablemente pese sobre el timorato pontevedrés el miedo a las descalificaciones por parte de los socialistas. Es cierto que estos están esperando tal decisión y que con su ausencia total de valores y vergüenza lo utilicen como arma para denunciar al Partido Popular, pero es más cierto que a ojos de cualquier persona de bien, la ruptura es la decisión adecuada.

Rajoy es el responsable por intereses de partido de haber lanzado una campaña electoral centrada en el debate nacional, y esta decisión del Tribunal Constitucional exige una respuesta política de ámbito nacional. De poco vale que Don Mariano no quiera responder a los periodistas y solo desee hablar de futbol, pues su vergüenzas e incapacidad quedarán al descubierto ipso facto. Por lo pronto el comunicado lanzado ayer noche por el Partido Popular se queda en agua de borrajas, es un manifiesto pleno de buenas intenciones y brindis al sol, pero no aclara la cuestión fundamental, y que está en el tejado del PP: ¿se mantiene el pacto en Euskadi?. Es evidente que cuanto más tiempo pase con este tema, más cabreo se generará entre el electorado popular, y por muchas propuestas que se hagan para sanear barrios, mejorar la educación o poner fuentes con chorrito en todos los pueblos de España, lo cierto es que se irá filtrando entre la opinión pública la idea de que Rajoy es un hombre carente de principios, incapaz de tomar decisiones a tiempo y por tanto incapacitado para liderar el gobierno que España necesita para afrontar el dramático presente que vivimos.

Por parte del que les escribe estas líneas una cosa queda clara, la prueba del algodón pasa por exigir de inmediato la ruptura del pacto con el PSOE en las provincias vascongadas, de lo contrario, por principios, no podré votar al Partido Popular en ninguna localidad o región.

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