lunes, 15 de diciembre de 2008

El pandemonio de Izquierda Unida


JOSE MANUEL ARECES
Izquierda Unida, tras dos meses de debates, ha logrado elegir por muy estrecho margen, a un nuevo representante “federal”. Esta coalición debería llamarse la de los supervivientes, porque lleva de capa caída más de una década, y apenas si vemos posibilidades de que levante cabeza, pero ahí siguen.

Su nuevo líder ha comenzado con el pié izquierdo como es costumbre, y ha lanzado duras acusaciones para justificar la patética representación parlamentaria que gozan. Según el señor Cayo Lara, que así se llama el nuevo responsable federal, la culpa de las desgracias de su partido viene de la injusta ley electoral que beneficia con sus votos a PP y PSOE, nada que decir de los nacionalistas. Parece ser que este señor no comienza su andadura con voluntad de enmendar errores, pero no es de extrañar, es la personalidad comunitaria que acompaña a estos supervivientes del caduco y defenestrado marxismo más cerrado.

Parece ser que nada tiene que ver la política errática de este partido con su incapacidad de levantar su techo, por no decir subsuelo electoral. Me parece que probablemente las causas podamos encontrarlas, tal vez, en la desastrosa gestión estratégica y política de la pandilla que aglutina la coalición, a saber en el último recuento aglutinabanse en este batiburrillo: Marxistas, estalinistas, trotskistas, eco comunistas, eco regionalistas, neo nacionalistas, federalistas y demás grupúsculos infames que pueblan la extrema izquierda. Pudiera quizás ser otra causa a sumar a su desgracia la cohabitación que mantienen en el país vasco con los nacionalistas más radicales, y por ello sus degeneradas manifestaciones en contra de la ilegalización de la formación terrorista ANV. No se puede morder la mano que te dá de comer.

Izquierda unida, es desde hace décadas, la apoteosis de la contradicción, se dicen demócratas, luchadores por la libertad, amigos de los oprimidos, y jamás levantaron un dedo en favor de los presos cubanos, nunca les oí criticar a la Venezuela chavista, o protestar contra el régimen de los ayatolás iraníes. En lo referente a política internacional , estos viejos siervos de Moscú, solo saben de críticas a los estados unidos, al capitalismo y todo lo que conlleva. Se fingen ecologistas pero practican la circulación en coche oficial de gran cilindrada, se creen solidarios y apenas si levantan el dedo en la defensa de sus conciudadanos vascos. Izquierda unida y su mayor activo, el partido comunista, tienen un melocotón ideológico que los mantiene viviendo en el pasado y son incapaces de ofrecer soluciones a los ciudadanos dignas del siglo XXI, ese es su gran problema, que nadie les cree, ni puede tomarles en serio.

Para colmo de males, esta coalición, por mucho que ahora critique al PSOE, no para de hacerles el caldo gordo, suministrando votos y apoyos por aquello de la hermandad de la izquierda. Así los socialistas gobiernan en muchos lugares de España gracias al voto cómplice de los comunistas, todo ello a cambio de sueldos, tajada en los presupuestos, coche, escolta y barra libre de mojitos. Al final, fuera de discursos demagógicos que ni ellos creen, lejos de retóricas decimonónicas, estos pajaritos, lo único que aspiran es al pesebre institucional como todo político que pisa esta tierra. Por tanto que este tal Cayo Lara, deje de expectorar fantochadas y sea consecuente, que no reclame cuotas cuando bien agradecido puede estar a que el PSOE les deje vivir, porque en cualquier país moderno y democrático estarían condenados a la clandestinidad más absoluta.

Hace mal en morder Cayo Lara la mano de su amo, aunque probablemente todo sea una pose de cara al respetable, con el único fin de arañar cuota de poder y dineros para no tener que ganarse la vida trabajando como el común de los mortales. Izquierda unida no es más que una marca útil para aglutinar el voto más radical de la izquierda y mantenerlo bien controlado a favor de los deseos de su amo. Da pena ver como todavía hay ignorantes que se tragan las promesas de estos líderes trasnochados simplemente por dejarse etiquetar en unas siglas que ya nadie cree.

El probelma reside en que el caracter sectario de los pobladores de la extrema izquierda, les hace inmunes a los argumentos, la razón, y desde luego la información veráz. Esta manada vive en un getho ideológico, en un páramo cerrado a las ideas renovadoras, y dentro de su burbuja ideologica. Para ellos la felicidad pasa por viajar a Cuba con el fin de hacer turismo revolucionario, y de paso beneficiarse a alguna jinetera, o hacer brindis con mojitos, por asesinos en serie como Santiago Carrillo, Josif Estalin o el Ché Guevara, y lanzar odas a una república salvaje, felizmente fenecida, de la que los españoles nos libramos gracias a Dios, porque de lo contrario muchos hubiésemos nacido en el gulag, estudiado en la revolución cultural y padecido la peor de las dictaduras que puede sufrir el ser humano, la anulación absoluta del alma.

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